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El Label del Atleta: Cómo Transformar una Etiqueta en tu Mejor Carta de Presentación
Toda mi vida he sido deportista. Vengo de una familia donde el deporte forma parte del ADN, y jugué mi pasión hasta los 23 años, invirtiendo incontables horas en entrenamientos, partidos, viajes y sacrificios. Sin duda, valió la pena. Competir desde pequeño me enseñó a esforzarme constantemente, a querer ganar, a valorar el trabajo en equipo y a entender que el éxito no solo depende del talento, sino también de la disciplina, la resiliencia y la adaptación.
Cuando ser Atleta se Convierte en una Etiqueta Limitante
A veces, ser atleta puede transformarse en una etiqueta que te encasilla. Recuerdo una entrevista de trabajo en la que me dijeron, "Ah, vos sos el futbolista". Lo dijeron con una sonrisa, como si fuera un cumplido, pero en realidad intentaban reducir mi identidad a lo que hice en el campo.
Este "label" viene acompañado de prejuicios que pueden limitarte:
- ¿Tendrá la preparación académica suficiente?
- ¿Podrá adaptarse a un ambiente fuera del deporte?
- ¿Es disciplinado o solo rinde bajo estructura?
- ¿Se toma en serio su futuro o solo piensa en el fútbol?
Aunque ser atleta te dota de habilidades únicas—liderazgo, manejo del tiempo, trabajo bajo presión, resolución de problemas y comunicación efectiva—el mundo exterior a veces solo ve "al que jugaba", sin considerar todo lo que aprendiste.
Cómo Romper la Etiqueta y Usar el Deporte a Tu Favor
Superar esta percepción no significa esconder que fuiste atleta, sino contar tu historia de manera que se valore todo lo que el deporte te dio. Acá te dejo algunas estrategias:
1. Cambia la Narrativa
Cuando hables de tu experiencia, no te limites a mencionar logros deportivos. Enfatizá lo que aprendiste:
- No digás: “Jugué fútbol en la universidad.”
- Decí: “Competí a nivel universitario mientras estudiaba, lo que me obligó a desarrollar habilidades avanzadas de manejo del tiempo, disciplina y trabajo en equipo.”
2. Demostrale a Todos Que Sos Más que Tu Deporte
Mostrá tu curiosidad intelectual y tus intereses fuera de la cancha. Si tenés emprendimientos, voluntariados u otras pasiones, destacalos para que vean tu perfil completo.
3. Comunicá Tu Valor
En entrevistas y reuniones, llevá la conversación hacia tus habilidades y experiencias integrales. Si te etiquetan como “el futbolista”, respondé:
- “Sí, el deporte fue fundamental en mi formación, pero también me enseñó liderazgo, resiliencia y la capacidad de tomar decisiones rápidas, habilidades que aplico en [tu campo actual].”
4. Seguí Aprendiendo y Evolucionando
No permitas que el label te defina. Continuá capacitándote y desarrollando nuevas habilidades para demostrar, con hechos, que sos mucho más que un ex atleta.
El Deporte: Tu Ventaja Competitiva
Recordá que ser atleta te brinda una ventaja competitiva increíble. El deporte te enseñó a trabajar en equipo, a adaptarte y a liderar bajo presión, herramientas que muchas personas sin esta experiencia no poseen. El label del atleta puede ser un obstáculo si lo dejás serlo, pero también puede ser tu mejor carta de presentación si aprendés a usarlo a tu favor.
Mostrá tu potencial, contá tu historia con inteligencia y transformá cada experiencia deportiva en una oportunidad para diferenciarte en el mundo profesional. ¡El deporte fue solo el comienzo de tu historia, no el final!
Si sos estudiante-atleta, aprovechá todas las habilidades y lecciones que el deporte te brindó y demostrále al mundo que sos mucho más que una etiqueta. Convertí ese label en tu mejor ventaja competitiva.